Entre los bosques y prados de Terra de Rucs, Tro, Molsa, Boira, Dolça y Félix, como auténticos ingenieros de caminos, van trazando sus senderos.
Mientras visualizabamos una foto aérea, pudimos ver dichos senderos.
Algunos de ellos acaban en un "revolcador", unas zonas circulares situadas en el prado, donde a base de tanto restregarse en el suelo, consiguen que no crezca la hierba.
Utilizan dichos espacios para desparasitarse y rascarse la piel. Es muy curioso observar un cierto ritual en esta acción, generalmente es un acto comunitario, empieza uno de ellos y al poco rato todos los demás siguen su acción.
En algunas ocasiones, aprovechan para sestear y tomar el Sol.
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